30 años contribuyendo al manejo multidisciplinario del paciente con quemaduras



Contexto Iberoamericano
Asociaciones especializadas en quemaduras unidas como región para mejorar la atención integral de pacientes quemados


Representantes de entidades dedicadas al tratamiento de quemados afirman que el trabajo conjunto y colaborativo es fundamental para hacer frente a los desafíos actuales y futuros en torno al tratamiento y prevención de quemaduras, así como en los avances en investigación.

Según datos de la OMS, más de 180 mil personas mueren al año por quemaduras, y de estas, el 95% ocurren en países de medianos y bajos ingresos. En muchos países de ingreso alto, las tasas de mortalidad por quemaduras han ido disminuyendo y, en la actualidad, la tasa de mortalidad infantil por quemaduras es más de siete veces mayor en los países de ingreso mediano y bajo que en los de ingreso alto.
Los datos entregados por la OMS reflejan la necesidad- como región- de seguir trabajando con esfuerzo, dedicación y de manera colaborativa, para enfrentar los desafíos que esta realidad conlleva.

La gran mayoría de nuestros países -en sus sistemas de salud pública- se enfrentan a grandes problemas económicos, que muchas veces no nos permiten tener todos los insumos y tecnología de avanzada con la cual cuentan países de otras regiones. Sin embargo, esto se suple con la formación de nuestros recursos humanos -‘supercalificados’- dentro de un equipo multidisciplinario, agregándole un condimento especial característico de los ibero-latinoamericanos, que es la calidez en el trato humano y la iniciativa para resolver problemas”, sostiene Bruno Balmelli, Presidente de la Federación Iberoamericana de Quemaduras, Felaq.

En cuanto a los desafíos en tratamiento es necesario seguir mejorando en el acceso a atención oportuna, así como en el desarrollo de protocolos unificados y programas para la rehabilitación. Contar con un rol activo del Estado también es fundamental.

“Algunos de los principales retos a los que nos enfrentamos actualmente son el acceso a recibir atención especializada en quemaduras desde todos los lugares, por remotos que sean. También hace falta protocolizar, con evidencia científica, la utilización de apósitos en la cura de las quemaduras. Es necesario también contar con tratamiento quirúrgico precoz con la mejor cobertura posible y desarrollar programas de rehabilitación, fisioterapia y terapia ocupacional durante todo el proceso asistencial de nuestros pacientes”, explica María Dolores Pérez, Presidenta de la Sociedad Española de Heridas, Seher.

En tratamiento se requiere que el Estado- en todos nuestros países- asuma no sólo el tratamiento del paciente en su etapa aguda, sino también el más prolongado de su rehabilitación integral”, destaca Linda Guerrero, directora de la Fundación del Quemado Piel para Renacer, Bogotá- Colombia.

La prevención de quemaduras es clave para hacer frente a los accidentes de este tipo. La educación de la población, llegando especialmente a los grupos más vulnerables, adquiere un papel crucial; así también, considerar las características propias de los entornos donde mayormente ocurren estos accidentes y- al igual que para el tratamiento- contar con un rol activo por parte del Estado.

Los desafíos para lograr los objetivos de la prevención de quemaduras son muchos. Sobre todo cuando realizamos campañas aisladas de manera inconstante y sin darle la importancia a los segmentos de la población que las necesitan”, comenta Ariel Miranda, secretario de la International Society for Burn Injuries- ISBI– y jefe de la Unidad Pediátrica de Quemados del Hospital Civil de Guadalajara- México.
Existe pobre o nula vinculación entre las instituciones involucradas en la prevención, sobre todo cuando solicitamos apoyo y soporte de las cúpulas gubernamentales. Ellos deberían encabezar las campañas, ya que al lograr los objetivos tendrán ahorro importante en gastos de atención a pacientes que sufren quemaduras”, agrega Miranda.

Somos muy activos en nuestros entornos más cercanos, en redes sociales, en medios de comunicación, y logramos cierta alerta en la población sobre los riesgos que produce la quemadura, pero no estamos llegando a la población más vulnerable. Nuestro reto es la educación permanente y sistemática de los más jóvenes y de los niños, para que adquieran los hábitos que eviten las quemaduras, principalmente en el hogar”, complementa Linda Guerrero.

Los desafíos actuales en la prevención de quemaduras incluyen la realización de programas de educación sobre seguridad para prevenir accidentes tanto en el ámbito doméstico como en el entorno laboral, así como campañas de divulgación de los mismos entre la población”, agrega María Dolores Pérez.

Avances de cara a los próximos años.
Para avanzar tanto en el tratamiento como en la prevención e investigación de quemaduras es clave el trabajo conjunto y colaborativo como región.

La interacción de las diferentes asociaciones ha permitido no solamente crear una red de amigos y profesores de Ibero Latinoamérica, sino también nos ha permitido conocer los diferentes avances que tiene cada país y estimular la investigación, la cual se comparte”, comentan desde Piel para Renacer.

Soy un firme defensor del lema ‘La unión hace la fuerza’. Es mejor sumar que restar, ya que todo esfuerzo ayuda. Y más allá de la conjunción de voluntades de diferentes instituciones, asociaciones o sociedades, está la unión de los profesionales responsables de la atención del paciente. El trabajo en equipo es lo que marca la diferencia. Llegar a formar equipos transdisciplinarios debe ser la meta de todo líder en el manejo de este gran y desafiante problema”, dicen desde ISBI.

La colaboración entre los diferentes profesionales permite abordar de manera integral los desafíos con los que nos encontramos al tratar pacientes con quemaduras. El enfoque multidisciplinario permite combinar conocimientos y experiencias de diferentes campos para diseñar estrategias de tratamiento y prevención más efectivas. Por otra parte, desde el tratamiento inicial hasta la rehabilitación, esta colaboración garantiza una atención integral y continua para los pacientes”, explican desde Seher.

Los avances en investigación son claves para fortalecer tanto el tratamiento como la prevención de quemaduras. Así también el poder contar con criterios unificados en torno a la asistencia de pacientes quemados.

La reconstrucción, la reinserción y la búsqueda de la mejoría integral del paciente son sin duda la meta de toda investigación. Lo prioritario está relacionado con el cuidado inicial del paciente con quemaduras. A partir de esto, continúa la búsqueda del sustituto de piel ideal, recordando que la ‘piel es vida’. Por otra parte, hay que recordar que son líneas constantes de investigación el estudio de todas las consecuencias que puede tener una quemadura”, explica Ariel Miranda.

En tratamiento se ha avanzado significativamente en el incremento de la sobrevida de pacientes quemados con grandes extensiones de quemaduras, lo que deriva en el reto de mejorar sus cicatrices y secuelas, íntimamente ligado a su calidad de vida. Allí es donde tal vez se encuentra concentrada gran parte de la investigación, por ejemplo, andamios por ingeniería, tecnologías que permitan la regeneración dérmica y cultivos celulares para disminuir el área donante de epidermis”, agrega Linda Guerrero.

Sin lugar a dudas el paso que debemos dar es escribir las ´Guías Latinoamericanas en abordaje de las Quemaduras’, describiendo protocolos con criterios unificados, adaptándolos a nuestra idiosincrasia, a nuestra realidad y etiologías, que son muy diferentes a las de Estados Unidos, Europa y Asia. El tener nuestros propios protocolos nos fortalecerá como federación y será una herramienta que facilitará el tratamiento de las quemaduras en Latinoamérica”, sostiene Bruno Balmelli.




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