Los retos futuros de la sociedad exigen un enfoque integral que abarque prevención, atención médica especializada, trabajo multidisciplinario, integración de tecnologías avanzadas y la mejora continua de la calidad de vida de los pacientes.
La Sociedad Chilena de Quemaduras enfrenta diversos desafíos a futuro que requieren un abordaje integral y multidisciplinario para garantizar una atención efectiva y mejorar la calidad de vida de los pacientes.
1. Prevención
Se debe considerar que las quemaduras suelen ser accidentes evitables. En este sentido, resulta esencial fomentar la conciencia sobre las medidas de seguridad en el hogar y el trabajo, así como promover la educación en primeros auxilios. En este aspecto, la sociedad busca generar alianzas con distintas organizaciones del ámbito público y privado para hacer de Chile un país más seguro y con menos quemaduras.
2. Atención médica y rehabilitación especializada
La capacidad de respuesta rápida y la disponibilidad de centros especializados en quemaduras son fundamentales, especialmente considerando la geografía del país, con poca disponibilidad de centros especializados de atención. Por lo mismo se requiere una inversión continua en infraestructura y formación de profesionales de la salud para mejorar la capacidad de diagnóstico y tratamiento, especialmente en áreas remotas donde el acceso a servicios médicos puede ser limitado, además de la participación y revisión constante de políticas públicas y garantías de salud.
3. Aumentar la participación y representación regional
Esto implica fortalecer la presencia y reconocimiento de la Sociedad Chilena de Quemaduras en regiones, promoviendo una representación inclusiva, multidisciplinaria y activa para abordar desafíos específicos del área de quemaduras y mejorar la atención a nivel nacional.
4. Trabajo multidisciplinario
La atención de quemaduras no se limita solo a intervenciones médicas, sino que también involucra a profesionales de rehabilitación, como kinesiólogos, terapeutas ocupacionales, fonoaudiólogos, psicólogos, trabajadores sociales y otros. La coordinación entre estos especialistas es esencial para abordar las complejidades físicas y emocionales que enfrentan los pacientes quemados. La implementación de equipos de trabajo integrados permite una atención más completa y personalizada, teniendo en cuenta tanto la recuperación física como mental. Además, es crucial abordar las barreras sociales y estigmatización que pueden surgir en torno a las secuelas visibles de las quemaduras, promoviendo la inclusión y la aceptación.
5. Integración de nuevas tecnologías
Este ámbito juega un papel crucial en el tratamiento de las quemaduras. Los avances en inteligencia artificial para identificar distintos patrones de quemaduras, la terapia génica, técnicas de injertos cutáneos, nuevos apósitos para curaciones, entre otros han mejorado las posibilidades para la recuperación de tejidos afectados, y con esto la calidad de vida de los pacientes. Además, la telemedicina puede facilitar el seguimiento a largo plazo de pacientes, permitiendo un monitoreo continuo y la detección temprana de posibles complicaciones.
6. Investigación
La colaboración entre instituciones académicas, centros de investigación y el sector privado puede acelerar la innovación y la implementación de soluciones avanzadas, ya sea para comprender mejor las causas y consecuencias de las quemaduras, así como para desarrollar tratamientos más efectivos, e incentivar la revisión de políticas públicas y garantías de salud.
En resumen, los desafíos futuros de SOCHIQUEM exigen un enfoque integral que abarque la prevención, la atención médica especializada, el trabajo multidisciplinario, la integración de tecnologías avanzadas y la mejora continua de la calidad de vida de los pacientes. Solo mediante un esfuerzo concertado y una inversión sostenida se podrá avanzar significativamente en la reducción de la incidencia y el impacto de las quemaduras en la población.