El paradigma histórico en el que emergieron y se posicionaron las sociedades científicas cambió drásticamente en el contexto actual, donde por un lado la tecnología medico sanitario en sentido estricto esta híper industrializada y en manos de corporaciones abstractas, lejanas a los sistemas de salud y más allá del rol de proveedor, y por otro lado un acceso a información masiva y en tiempo real debido a la emergencia de internet y todas las tecnologías de información actuales.
La imagen clásica que nos formamos de las sociedades es- en un principio- de un grupo de caballeros deliberando procesos que definían el futuro tecnológico y procedimental de sus campos; esa imagen se fue diluyendo hasta ocupar la actual posición de este fenómeno.
Sin embargo, las crisis y los cambios siempre traen consigo dos caras. El acceso a plataformas de flujo de información en tiempo real, a costos nunca antes visto, así como la capacidad de comunicar, tanto a la comunidad de pacientes como a las mismas sociedades a ritmos y flujos nunca antes vistos. Además de ofrecer la posibilidad de sacar provecho y ser un actor relevante como en la coordinación de procesos de mediana y gran envergadura.
Muy pocos stake holders tienen la legitimidad formal y la posición política en el juego de poder propio de los sistemas de salud que tienen las sociedades científicas. Esta situación se cimienta en que el pilar sobre la que versa la naturaleza misma de las sociedades “el debate científico,” la discusión pura sobre el saber en su campo de acción, se acopla en profundidad con el paradigma epistemológico de la sociedad actual, y se convierte en un tótem indiscutible, lo que ofrece la posibilidad de destrabar procesos que a los subsistemas de los sistemas se les hace imposible.
En términos simples, las sociedades pueden golpear la mesa y proponer mejoras drásticas en la implementación de tecnologías de la información: en la gestión de redes, en la modernidad de las comunicaciones, en la implementación de estrategias modernas de marketing digital, en el diseño e implementación de enlaces bajo lógicas actuales con la comunidad paciente y así una larga lista.
Esta oportunidad y esta posibilidad pocos actores de este juego la tienen, y es una ventaja no menor que desde mi visión debe ser aprovechada de forma seria, cambiando lógicas ya obsoletas y siendo un puente hacia el futuro de los sistemas a los que pertenecemos.
E. U. Tania Salinas
Directora de Enfermería