SOCHIQUEM : Sociedad Chilena de Quemaduras

Intervencion Psicosocial A Pacientes, Familiares Y Equipo De Salud En Contexto De COVID – 19

Orientaciones para el manejo intrahospitalario

En contexto de la actual pandemia por COVID-19, el desafío orientado a la rehabilitación de pacientes quemados incorpora nuevas variables que complejizan la forma de afrontar el intenso proceso de hospitalización, tanto para el paciente, su familia y el equipo que los asiste.

A partir de lo mencionado, es que se elaboran las siguientes recomendaciones que van orientadas al apoyo de los equipos tanto en su autocuidado, como para la atención de pacientes y sus familiares en esta pandemia.

Recomendaciones para pacientes quemados en contexto de hospitalización

Para los pacientes quemados, La percepción subjetiva de amenaza de muerte producto de las numerosas complicaciones asociadas a sus quemaduras, incorpora además encontrarse en uno de los grupos de riesgo en el marco de contagio y gravedad por COVID-19.

A partir de ello, la sensación de vulnerabilidad y escaso control se intensifica, impactando negativamente en la capacidad de afrontamiento de nuestros pacientes, lo que involucra un aumento en el riesgo de aparición de trastornos por salud mental (Wisely JA., 2010).

En esta misma dimensión, se debe entender que la presencia de redes apoyo de forma activa durante el proceso de hospitalización, otorga seguridad y confianza, apoyando en la disminución de ansiedad entre otros síntomas reactivos a la condición en que se encuentra el paciente.

En este sentido, la adopción de medidas preventivas asociadas a la restricción de visitas para evitar eventuales contagios, resulta ser un agravante para el apoyo en la salud mental, siendo imprescindible establecer medidas alternativas para potenciar el contacto de sus acompañantes.

Medidas a adoptar para la atención:

1. Facilitar la entrega de información veraz y actualizada a los pacientes:

La larga estadía de pacientes quemados en los que por su gravedad han debido someterse a terapias invasivas y uso de sedantes, involucra una posible desconexión hacia el medio y los eventos actuales producidos en pandemia.

En vista de ello, la necesidad de informar a los pacientes responde a la evidente angustia que supone no poder recibir sus visitas y el riesgo de que puedan surgir interpretaciones sobre la ausencia de sus seres queridos, que sean aún más estresantes como lo es la creencia sobre abandono o posible fallecimiento de sus acompañantes en los accidentes donde el paciente sufrió sus quemaduras.

Por otra parte, se debe entender que un paciente hospitalizado se encuentra hiperalerta frente a los estímulos y conversaciones que ocurren en su alrededor (Wesley JA., 2010), por lo que es posible que este pueda incorporar información errónea al escuchar rumores e información desactualizada. Por lo tanto, el equipo debe informar de manera responsable a fin de evitar que se ponga en riesgo la relación de confianza que se debe establecer para potenciar la recuperación.

2. Establecer medidas alternativas para propiciar el acompañamiento de pacientes:

En el caso de existir restricción de visitas para los pacientes hospitalizados, se debe facilitar en la medida de lo posible el acceso a vías alternativas por medio de herramientas tecnológicas como celulares o Tablet para video llamadas.

No obstante, esto no debe proveerse sin antes realizar una valoración sobre su estado emocional e intervención en Imagen corporal, además de orientar a la familia en lo que respecta la situación del paciente. Esto debe uno de los principales requisitos para iniciarlas, a fin de prevenir que esto sea un evento potencialmente traumático que imposibilite luego futuras conexiones con sus acompañantes.

 Recomendaciones para el apoyo de acompañantes de pacientes quemados: 

La situación actual   pone a prueba los sistemas de apoyo tanto sanitarios como personales, siendo en el caso de los pacientes internados en los Centros de Salud necesaria la articulación permanente de la red para mantener a quienes resultan como personas significativas, informados sobre el estado del paciente, sus progresos y sistemas de entrega de información.

Desde el punto de vista psicosocial el paciente y su entorno han sido impactados, de modo directo o indirecto siendo necesario la intervención del punto de vista profesional para el manejo del estrés vivenciado por el incidente crítico. 

Es importante asumir que Las reacciones de las personas significativas ante un acontecimiento de accidente o enfermedad deben ser manejadas en el caso de que ocurran las siguientes situaciones:

  • Dificultades en la comunicación y recepción de información.
  • Incertidumbre y aumento de ansiedad ante el desconocimiento sobre procesos médicos, legales, normas, etc.
  • Sentimiento de amenaza ante la pérdida de equilibrio sistémico, debido a presiones internas y externas: sociales, laborales etc.

Asimismo, se debe asumir que la entrega de información de manera oportuna es una de Las principales necesidades de los acompañantes, por lo que intentar mantener la continuidad de este proceso por medio de la coordinación de las entrevistas telefónicas o por video llamadas del equipo tratante ayudará a bajar los niveles de ansiedad durante el proceso de hospitalización del paciente. 

Profundizar sobre la situación familiar permite organizar la entrega de información y evaluar aspectos que podrían facilitar la relación del equipo con estos. A partir de ello se deberá consignar los siguientes aspectos durante la entrevista inicial: 

  • La designación de familiar responsable o persona significativa quién será el contacto que registramos en la ficha médica.
  • Detectar   Fortalezas y debilidades del entorno personal, lo que entregará orientaciones de cómo guiar los procesos de hospitalización y posterior rehabilitación.
  • Detectar estilos de afrontamiento y dinámicas del sistema que rodea al paciente por medio de genograma o sociograma.

La familia o persona significativa debe sentir que el equipo comprometido y preocupado del tratamiento de su paciente entregando la tranquilidad de que serán informados continuamente sobre la evolución.

En nuestra experiencia en las intervenciones telefónicas (sin contacto visual); ha facilitado revelar la información íntima, sin haber creado un vínculo previo, hay un mayor tiempo de reflexión y esto ha favorecido en la elaboración de lo que está viviendo la familia. Esta intervención on line tiene un sustento empírico, y la consideran una alternativa fiable. (Andersson, Rosenzental, Ruck y Caribring, 2015; Grist y Cavanagh, 2013). 

 

Proceso de duelo sin despedida por la Crisis por COVID- 19

El fallecimiento de un paciente hospitalizado por quemaduras es un elemento con el que cotidianamente el personal se encuentra, siendo   el equipo psicosocial uno de los principales agentes para otorgar   contención a la familia y acompañantes.

La necesidad de otorgar dignidad y propiciar los elementos de confort para “el buen morir” deben ser abordados de manera multidisciplinaria, otorgando los recursos necesarios para aliviar el dolor, así como facilitar las   condiciones que permitan la intimidad para quienes se encuentran acompañando este momento.

 No obstante, tras el inicio de la pandemia, el escenario nos ha cambiado volviendo este proceso más doloroso para todos quienes tengan un familiar que fallece hospitalizado, sobre todo en los casos donde han sido contagiados por el virus. 

En este escenario de pandemia, los protocolos para el acompañamiento en el “buen morir” ante el son muy estrictos por el riesgo de contagio, imposibilitando que los cercanos al difunto puedan tener los rituales de despedida tradicionales; que facilitan la expresión emocional inicial en el proceso duelo.

Para dichos efectos el equipo multidisciplinario debe tomar en cuenta que El proceso para dar malas noticias en COVID-19 se diferencia de los protocolos normales sobre todo en la búsqueda de un lugar adecuado, ya que por motivos de seguridad la noticia debe de comunicarse en el mismo lugar donde se encuentra el paciente y en algunas situaciones por vía telefónica.

Dentro de lo posible se debe utilizar video llamadas si los acompañantes lo requieren con el fin de sentirse presentes en la despedida de su paciente.

En los casos de ser pacientes COVID-19 negativos, se puede autorizar a los acompañantes para estar con su paciente hasta su deceso. Cuidando que sigan todos los protocolos, resguardo por medio de elementos de protección personal y número de personas autorizadas por la unidad. 

Como medidas para apoyar en el trabajo de duelo se pueden realizar las siguientes acciones: 

  • Comunicar que el respeto de cuarentena, es un gesto de amor y responsabilidad hacia sí mismo y los demás.
  • Que los acompañantes se otorguen el tiempo y espacio para expresar sus emociones.
  • Reforzar la posibilidad de que acepte apoyo social; hoy puede ser esto a través de las redes sociales, donde puede compartir y expresar el dolor.
  • Establecer medidas alternativas para el ritual de despedida como redactar   una carta, dirigida hacia   la persona fallecida para expresar lo que siente, o al sistema de creencias de los deudos.
  • Generar rituales en el hogar como establecer un espacio para recordar momentos que vivieron juntos.
  • Se debe realizar seguimiento a los acompañantes durante los días siguientes del deceso del paciente con el fin de evaluar si se requiere algún apoyo especializado para el proceso de duelo.

 

Recomendaciones para los equipos en contexto de pandemia:

Los efectos producidos por el daño moral [1] entre otros aspectos secundarios a la pandemia por COVID-19, han generado un alto compromiso a nivel de salud mental de los funcionarios que se orientan a la población afectada por el Coronavirus.

Estudios recientes realizados en China (Lai J., 2020) en donde se evaluó la presencia de síntomas por salud mental del personal de salud en relación con la población general, dieron cuenta de que existe una mayor prevalencia de trastornos del sueño, síntomas ansioso-depresivos y somatomorfos en aquellos que realizan labores asistenciales en los hospitales donde se encontraban pacientes afectados por el virus.

Este hecho no resulta ser menor, al evidenciar que la labor del personal sanitario incorpora otras variables generadoras de estrés como lo es el impacto por el fallecimiento de pacientes por Neumonía COVID, discriminación en espacios públicos, riesgo de contagio, autoexclusión familiar entre otros.

A partir de ello, es que la necesidad de realizar intervenciones tempranas y preventivas en el personal de salud para el manejo de la salud mental es un elemento crítico que debe ser una de las prioridades actuales en los recintos de atención. 

 

  1. Ejerce un liderazgo basado en la resiliencia:

    El líder basado en la resiliencia es aquel que tiene la capacidad de recuperarse, sobreponerse y adaptarse con éxito frente a la adversidad y que esto pueda ser transferido a su equipo.

    Este es capaz de formar equipos de trabajo integrando el propósito y valor que tiene cada persona en su labor durante la pandemia.

    Debe demostrar una genuina preocupación y compasión con los demás, reconociendo las necesidades de todos los miembros, pidiendo apoyo en caso de verse sobrepasado para atender a los requerimientos de aquellos.

    Asimismo, debe establecer canales de comunicación fluidos con el personal a fin de evitar errores técnicos y establecer un equipo cohesionado por medio de la confianza. (Grupo de Referencia del IASC para la Salud Mental y el Apoyo Psicosocial en Situaciones de Emergencia, 2020).

  1. Psicoeducar al personal sobre pautas de autocuidado y formas de pedir ayuda

    El equipo de salud debe entender que existen reacciones emocionales y conductuales normales que deben ser auto gestionadas.

    Llevar una alimentación saludable, permanecer contactado con seres queridos, entender que cada uno reacciona de manera distinta y evitar sobreexponerse a rumores es una de las recomendaciones para prevenir el desgaste del personal, el cual puede ser abordado de manera personal y responsable.

    Por otra parte, se deben facilitar espacios de reflexión en los equipos a fin de normalizar las reacciones y evaluar la presencia de personal que se encuentre en riesgo de padecer trastornos por salud mental los cuales deben ser apoyados por medio de atención especializada. (OPS, 2020).

  2. Otorgar capacitación periódica y actualizada

    La incertidumbre producida por el desconocimiento de los efectos de la pandemia genera un estrés continuado en el personal, al percibirse escasamente preparados para afrontar los futuros desafíos que impone esta crisis mundial.

    Es evidente la importancia que se le otorga contar con los Elementos de Protección Personal (EPP) para el resguardo del equipo, sin embargo, esto resulta fútil sino se orienta al personal sobre su utilización.

    Por otra parte, incorporar en los planes de capacitación temas atingentes a la salud mental como lo son los primeros auxilios psicológicos, entrega de malas noticias, técnicas de respiración y relajación, refuerzan la conciencia del personal sobre la importancia de evaluarse como sujetos integrales y no sólo puramente técnicos.

Medidas de apoyo durante confinamiento:

A continuación, se entregan una serie de orientaciones para los pacientes y sus acompañantes que se encuentran en confinamiento producto de la pandemia, las cuales pueden ser entregadas una vez el egreso del paciente: 

1. Cuarentena: Efectos en la salud mental

  • Primero puntualizar que la pandemia COVID-19 ha desatado una crisis a nivel global sin precedentes ni registro alguno por nuestras generaciones, aparece como una amenaza a la salud y la integridad física de las personas y sus cercanos. 
  • Si a esto sumamos las medidas de protección, como el aislamiento social, que se recrudece con la cuarentena, y muchos otros estresores agregados (deterioro económico, temor a perder el trabajo, sobrecarga por el teletrabajo y labores domésticas, por ejemplo), es esperable una afectación en la salud mental de las personas, la cual se entiende de acuerdo a la OMS como “Un estado de completo bienestar físico, mental y social, y no solamente la ausencia de afecciones o enfermedades.»
  • En este escenario se configura para todos nosotros como una crisis que pone a prueba nuestras capacidades de afrontamiento, las cuales se pueden ver sobrepasadas.
  • Es importante entender que toda crisis produce una respuesta de estrés que se entiende como una respuesta psicofisiológica de las personas y su sistema familiar, ante esta amenaza, incertidumbre y confinamiento.
  • Nos podemos tornar más hiperalerta, irritables, con alteraciones del sueño y del apetito. También aparecer más ansiedad, emociones intensas como miedo, rabia o pena. Sentirse confuso, no poder focalizar la atención, con dificultades para tomar decisiones.
  • Es importante destacar que la mayoría de estas reacciones van a ser esperables al confinamiento, susto y la incertidumbre, y por lo tanto son adaptativas al momento que se está viviendo no significa enfermedad.

2. ¿Cómo manejar la incertidumbre y la angustia asociada?

  • Como primer punto entender que estamos viviendo una situación anormal, sin precedentes ante la cual nadie estaba preparado, y que por lo tanto es esperable que nos afectemos.
  • Respecto a las emociones que surjan, es necesario tomar consciencia de que aparecen y aceptarlas, En ningún caso tratar de negarlas o evitarlas.
  • En ese sentido es necesario permitirse experimentar emociones y también reconocer cuando tiene que regularlas para poder seguir funcionando.
  • Utilizar ejercicios de relajación, yoga y/o meditación, puede ayudarse con algunas aplicaciones disponibles gratuitamente para celulares: Cuerpo relajado y en calma, ayuda a mantener la mente sana.
  • No use alcohol ni drogas para calmarse ni se auto medique sin supervisión.
  • Enfocarse en las experiencias pasadas y en sus fuentes de fortaleza personal del pasado, puede ayudar a identificar las estrategias para regularse y estar mejor.
  • Hablar de lo que nos pasa con nuestra familia y cercanos, si estamos solos o no podemos visitar a familiares o personas significativos podemos mantener contacto por teléfono o video llamada.
  • Ampliar los temas de conversación no solo hablar de la pandemia, enfocarse en actividades que puedo llevar a cabo en el hogar que generen emociones y sensaciones agradables. 
  • Entender que aislamiento no es sinónimo de desconexión social y que el distanciamiento físico no es sinónimo de distanciamiento afectivo.
  • No luches tanto con lo que no puedes hacer y, sino que más bien focaliza tu atención en lo que sí puedes hacer.
  • Pregúntate y reflexiona qué estás aprendiendo   de esta experiencia que te toca vivir.  

3. ¿Cómo enfrentar la Cuarentena?

  • Como es una situación de incertidumbre, es necesario ir paso a paso. No sabemos cuánto durará esta situación, no anticiparse demasiado, sino que ir al ritmo que se necesite en el momento presente.
  • Evitar ver esta situación como un obstáculo insuperable, esto es mantener las cosas en perspectiva es decir alejarse del problema para verlo desde otro ángulo de manera más objetiva.
  • En esto es esencial evitar la sobreinformación, dosificarla en el día elegir el momento del día para informarse, el exceso de información inhibe el pensamiento lo que puede angustiar más. Preferir canales de información confiables, más que las redes sociales.

4. ¿Cómo contener a los más vulnerables?

  • Fomentando el diálogo periódico con el objeto de identificar y compartir nuestras emociones y hablar de lo que nos pasa con nuestra familia y cercanos.
  • Podemos mantener contacto por video llamada con familiares o amigos significativos que no puedo visitar.
  • Ampliar los temas de conversación no solo la pandemia.
  • Realizar acuerdos en temáticas importantes para la familia, establecer normativas de la casa, si hay conflictos generar “consensos”. Esperar que puede haber conflictos o roces.
  • Mantener horarios y rutinas cotidianas con el objetivo de: no alterar el ritmo y estructura del grupo familiar y promover el autocuidado.
  • Respetar momentos a solas.
  • Diferenciar días de semana y fin de semana en cuanto actividades a desarrollar, mantener calendario del mes en lugar visible y común de la casa. No sobre exigir.
  • Darle sentido positivo al afrontamiento del aislamiento: nos estamos cuidando.
  • el caso de los niños/as y adolescentes, ofrecer una información clara, sincera y adecuada a su edad/comprensión. Es importante saber con qué información cuentan y también cuáles son sus aprensiones.
  • en el caso de adultos mayores, escucharlos y darles espacio para saber cómo están y ayudarlos a ordenar sus rutinas.

5. ¿Cuándo pedir ayuda?

  • Es importante destacar que la mayoría de estas reacciones van a ser esperables al susto la incertidumbre y adaptativas al momento que se está viviendo no significa enfermedad.
  • siempre es importante pedir ayuda a nuestros seres queridos, como familia y amigos si nos sentimos más sobrepasados, con el objeto de ventilar las emociones o vías de solución.
  • Si aparecen síntomas que interfieren con nuestro rol diario o bien hay ideas de hetero o auto agresión consultar a un especialista de la salud mental, psicólogo o psiquiatra.
  • Las personas que tienen cuadros psiquiátricos previos pudiesen requerir consulta con el especialista antes de esperar que se agraven los síntomas.

 

REFERENCIAS BIBLIOGRÁFICAS

  • De Vicente, A “Enséñame a decir adiós”. Ed. Gesfomedia (2008)
  • Hospital Universitario de la Paz. Unidad de Cuidados Paliativos y Salud Mental. “Protocolo de atención en situación de gravedad o últimos días y éxitus en la crisis del Covid.19”(2020)
  • Payás Puigarnau, A. El Mensaje de las lágrimas. Una Guía para superar la pérdida de un ser querido. Ed. Paidós. (2014)
  • Taboada P. Proporcionalidad terapéutica en unidades de cuidados intensivos; en Medicina Intensiva. Bugedo G, Castillo L. 2005. Ed Mediterráneo, Santiago, Chile.
  • “El paciente como persona”. Entrevista a Dr. Juan Pablo Beca en Revista In Vitro (Septiembre de 2015)
  • Bermejo J. Metodología y contenidos para una formación en relación de ayuda. Educación Médica U.C. Anales de la Facultad de Medicina de la Pontificia Universidad Católica de Chile 1997; 15: 27-30.         
  • Sitio web: uchile.cl : “El duelo en tiempos de Covid-19”
  • Grupo de Referencia del IASC para la Salud Mental y el Apoyo Psicosocial en Situaciones de Emergencia. (2020). Nota informativa sobre la atención de la salud mental y los aspectos psicosociales del brote de Covid-19 Version 1.2. Ginebra: Comité permanente de organismos (IASC).
  • Lai J., M. s. (2020). Factors associated with mental health outcomes among health care workers exposed to corona virus disease 2019. Jama Psychiatry.
  • (16 de 05 de 2020). www.paho.org. Obtenido de https://www.paho.org/es/documentos/consideraciones-psicosociales-salud-mental-durante-brote-covid-19?gclid=Cj0KCQjwnv71BRCOARIsAIkxW9HSLRJDuGg_IN1OJXD42VBz4sDxu7PkH-CUsKZucg_dGTL-WcAw4zUaAlRCEALw_wcB
  • Wisely JA., W. D. (2010). Preexisting psychiatric disorders, psychological reactions to stress and the recovery of burn survivors. Burns, 183-191.