Formar una sociedad científica sin fines de lucro, que fuera inclusiva, respetada, reconocida e influyente, llevaron a que el 21 de abril de 1993 se fundara la Sociedad Chilena de Quemaduras, adquiriendo personalidad jurídica y aprobación de estatutos el 28 de junio de 1994.
14 personas conformaron el primer directorio de la sociedad, siendo el doctor René Artigas el responsable de que se juntaran a conversar sobre las motivaciones que llevaron a crear SOCHIQUEM:
Contar con un equipo multiprofesional para acoger bajo un mismo techo, a los distintos profesionales que participan en la prevención, manejo, tratamiento y rehabilitación del paciente quemado; tener carácter regionalista, en donde no solo participará la Región Metropolitana sino también regiones; fomentar la capacitación y educación, mediante la organización de cursos, seminarios y jornadas dirigidos a profesionales de la salud y otros; potenciar el intercambio de conocimiento, mediante reuniones científicas donde se presentaran temas multiprofesionales; ser una sociedad científica, conformada por profesionales de diferentes disciplinas; incentivar la investigación científica, creando un comité científico que orientara y apoyara metodológicamente; relacionarse con otras sociedades y federaciones, como ISBI, FELAQ, Seher, Fundación del Quemado Piel para Renacer, Asociación Argentina de Quemaduras, Asociación Peruana de Quemaduras, Sociedad Paraguaya de Quemaduras, Sociedad Brasilera de Quemaduras, entre otras; tener representación ante las autoridades, participando en comisiones formadas por el Minsal y otras organizaciones.
Durante los años 90’ el tratamiento y prevención de quemaduras en Chile carecía de información fidedigna respecto a los quemados, tampoco contaba con protocolos estandarizados de atención ni había socialización de lo que significa un accidente por quemadura.
En este sentido, SOCHIQUEM ha aportado durante estos 30 años en diferentes aspectos, como desarrollar un registro confiable de incidencia y prevalencia de quemados, considerando región, edad, extensión, entre otros, para diseñar políticas de prevención, tratamiento y manejo de quemaduras. También ha elaborado y homologado protocolos y guías de manejo del quemado pediátrico y adulto, ambulatorio y hospitalizado, en los distintos niveles de atención de salud. Por otra parte, se ha enfocado en socializar el problema socio-económico-cultural que significa el accidente de quemadura, para elaborar políticas modernas que permitan disminuir la incidencia, prevalencia, morbimortalidad e inserción laboral y escolar del quemado.
Finalmente, no se puede dejar de mencionar el trabajo para ir equiparando el tratamiento del quemado en etapa aguda y rehabilitación. Así también el incentivo para crear centros de quemados regionales, que sean capaces de manejar los distintos niveles de gravedad.
Dra. Dare Turenne
Cirujano Plástico